martes, 30 de junio de 2009

La playa

¿que te has pasado la vida entera aprendiendo a no tener memoria?

Verás, lo cierto es que la mayoría lo piensa con esa estúpida metáfora del ordenador, la RAM y el disco duro, pero toda esa historia, ¡bah!, es una chorrada. Al final, esto es como todo lo demás, una cuestión de costumbre. Si lo hubiera pensado bien, probablemente habría tomado notas del proceso, de ese modo podría por un lado demostrárselo a todos, y por otro lado, deshacerme de la incertidumbre acerca de los detalles. Pero supongo que al principio debí afrontar la empresa con bastante escepticismo, pues si no no se explica que no lo hiciera. Aunque ¿sabes? quizás no lo hice porque tal vez habría sido un impedimento, seguramente el mantener un hábito que me pusiera en relación con mi memoria habría sido contraproducente. ¡O no!, no lo se, da igual. Sea como fuere no lo hice. Y de haberlo hecho no estaríamos hablando de ello pero no lo hice.

Aunque bien pensado, es posible que tomara notas pero que en algún momento olvidara que lo estaba haciendo y ahora esas notas estén por ahí entre mis trastos...

... las buscaré...

¿Por donde iba? Ah si, te estaba contando que es una cuestión de costumbre. En realidad no niego que ciertas disposiciones del carácter sean más favorables a la hora de intentarlo, pero en cualquier caso, estoy convencido de que la genética es irrelevante en esto. Incluso la dieta es irrelevante.

Seguramente el hecho de que yo sea una persona relativamente insensible y altamente racionalizadora me puso las cosas más fáciles, pues hace tiempo que se sabe que la emoción actúa en el cerebro como pegamento para los recuerdos, pero estoy seguro de que también se puede aprender a ser insensible y racional, y de que el esfuerzo en ser olvidadizo redunda retroalimentativamente en que aquellas cualidades sean más fáciles de adquirir. Al fin y al cabo, cuanto antes se te olviden las cosas, antes dejarán de afectarte.

Así que, como te decía, es una cuestión de costumbre y supongo que hay un día en el que decidí empezar a dejar de recordar las cosas. Y supongo que cuantas menos cosas recordara, más fácilmente olvidaría las siguientes. Hasta llegar a hoy, que es el único día que recuerdo y ni siquiera entero. Tampoco es que sea impedimento para llevar una vida normal.

Aprendes a aprovechar los recursos externos cuando te hace falta algo similar a una memoria y además aprendes a utilizarlo sólo cuando realmente vale la pena. La mayoría de las personas a tu alrededor ni siquiera notan la diferencia, es tan fácil fingir que simplemente eres despistado, o aprender a deducir por el contexto y la situación lo que hay que decir en cada caso... incluso es posible desarrollar competentemente cualquier puesto de trabajo. Yo seguramente he tenido muchos trabajos distintos, al menos eso dice mi "vida laboral"...

... supongo que lo más complicado es aprender a tratarse a uno mismo como a un extraño cualquiera. en realidad es más difícil predecir el propio comportamiento...

¿Lo mejor? supongo que poder disfrutar siempre de lo mismo como la primera vez. O quizás, sea la ausencia total de remordimientos o culpabilidad...

¡Ey! pss, pss, mira mira, ¿ves? Ya está el paciente de la 104 contándole otra vez esa historia al espejo, jajaja... Dicen que tiene una fuerte lesión cerebral y que lo encontraron hablando sólo en un parque, deshidratado, desnutrido y con la ropa destrozada...

¡No idiota! Eso son estupideces y leyendas urbanas. Ese tipo apareció un día aquí, se presentó por su propio pié y pidió el ingreso. Los psicologos y los psiquiatras, le hicieron tests y le dijeron que estaba bien, que no debía permanecer aquí, pero el insistió y les pidió que le dieran unos días de prueba, y que si después seguían pensando lo mismo se iría. Se quedó y comenzó a "empeorar", pero nadie sabe qué es lo que le pasa, y todos le llaman tick tack, porque puedes poner en hora un reloj si sigues atentamente la rutina de sus costumbres diarias.

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